Decía Santo Tomás de Aquino que el ‘honor’ es algo que siempre es dado desde fuera. Cuando alguien se honra a sí mismo se reduce a ser un vanidoso. Por eso una declaración honorífica depende de la honradez y el valor de quienes la dan, aunque también reclame cierto valor objetivo en quién lo recibe. Por eso, el hecho que desde Kwetu Home of Peace decidan enviar un ‘Certificado de Apreciación’ a Karibu Sana es un gran motivo de alegría para todos. 125 niños rescatados de la calle nos agradecen a todos nosotros el esfuerzo que estamos haciendo, y nos invitan a continuar con él. Ahora mismo llevamos a 30 antiguos de Kwetu a colegios internos. El dato es asombroso: antes, el 70% de los que volvían con sus familias regresaban a la calle porque esas familias seguían sin recursos, o siendo nidos de violencia, etc. Ahora el 100% de los que hemos enviado al colegio siguen en la escuela: ¡ninguno se ha escapado! Eso sí, necesitamos 1.000 € anuales para el mantenimiento de cada uno. Por eso contamos contigo para que traigas algún donante de tus familiares o amigos.
Las seis representaciones de teatro (‘Los árboles mueren de pié’, ‘La sorpresa’) en el Arapiles 16 fueron un éxito. En varias ocasiones colgaron el ‘No hay billetes’, y la ilusión que pusieron los directores (Marta y Tomás) y los jóvenes actores fueron maravillosas. Su aportación va a ser un empujón grande para la educación de varios niños.
Miguel Camarena es un conocido ‘YouTuber’ experto en temas deportivos y de salud. Tiene varios millones de seguidores, Y un corazón gigantesco. Hace unas semanas me confirmó que ha abierto una cuenta corriente a la que irán a parar un tanto por ciento de lo que vaya ingresando con sus negocios con la idea de hacer una buena aportación a la construcción de la escuela de Desert Streams. Yo me he puesto a hacer ‘sentadillas’ y ‘flexiones’ para solidarizarme con ese magnífico proyecto.
Está por España Sister Carol, la extraordinaria directora de Kwetu Home of Peace. Es simpatiquísima, y ‘peligrosa’: su confianza en la Providencia es tal que cuando tres días antes de viajar le pregunté dónde iba a dormir se limitó a contestarme con voz risueña: ‘No lo sé’. Menos mal que mi hermano Miguel es hombre de recursos y le encontramos una residencia de monjas, que si no la veo convertida en una ‘Street Sister’. Ahora está por el norte de España buscando fondos para esos niños de la calle. Con personas así todo sale.
Jaime, de ocho años, me ha ofrecido los regalos de su Primera Comunión. Ayer cené con él y con sus padres. Corazón de oro todos en esa casa.
El libro que he escrito sobre Karibu Sana ya está en la editorial. Les encantó la idea y se encuentra en proceso de maquinación. El 100% de los derechos de autor irán para el Proyecto, y también algo de lo que gane la editorial. Iré informando en cuanto firmemos. Os aseguro que el libro merece la pena: según lo escribía yo me iba quedando asombrado.
Por último: el 7 de junio salgo hacia Nairobi. Será una semana escasa, pero vamos a poder darle un empujón a un montón de cosas. Sobre todo, vamos a seguir apostando por la educación de los más desfavorecidos.
¡Ayudadme a encontrar gente que quiera participar con nosotros!