Me pasa Sister Carol (directora de Kwetu Home of Peace) algunos informes sobre la situación de algunos de los niños que han terminado ya en Kwetu. Desde Kwetu van visitando a esas familias durante el periodo de vacaciones entre los dos primeros trimestres, y escriben así una crónica –bastante desoladora– de la realidad de estos pequeños (entre 8 y 15 años). También, indirectamente, nos cuentan por qué necesitan ayuda. Podéis ver un vídeo sobre Kwetu aquí:
Os invitaría gentilmente a que compartáis estas líneas con el mayor número posible de personas. Sabéis que he querido comprometerme con Sister Carol a tratar de sostener la educación de todos los niños que terminen su periplo de dos años en Kwetu. Son unos 40 al año, y eso supondrá al menos 28.000€ por promoción por curso (es decir, el año próximo 28.000 x 2; el tercer año 28.000 x 3, etc.). De otro modo vuelven a la calle y empezamos otra vez desde cero. Casi ninguno de ellos debería volver con su familia, ni siquiera en vacaciones: el alcoholismo, la pobreza extrema y la prostitución son situaciones ordinarias en ellas. Veréis también que en muy pocos casos existe la figura del padre, y que esta es incluso entonces negativa.
Os aviso que se trata de testimonios duros. Pero por eso mismo la labor que hacen en Kwetu (y que hacemos desde Karibu Sana) me parece esperanzadora: algunos niños de Kwetu han alcanzado incluso la universidad.
La vida en la calle es un infierno que ningún niño debería sufrir. Ayudadme, por favor, a encontrar particulares y empresas que puedan entender la felicidad que conlleva echar una mano para cambiar en 180º la vida de un niño. Te pido que pienses por un momento, hagas una lista de nombres, compartas este texto y hagas algunas gestiones o me pongas en contacto con ellos para que pueda explicarles estas necesidades. Mil gracias (hoy escribo desde Nairobi).
–– Kevin. Visita a la familia el 30/3/2018. Cuatro hermanos. La madre ha sido alcohólica y ahora trata de dejarlo. Extremadamente pobre, hace trabajos casuales como lavar ropa para alimentar a la familia. La han echado de su chabola por falta de pago. En la casa no había muebles, ni camas. Kevin se quedará en vacaciones en casa de unos amigos de la familia. Acogeremos al niño en Kwetu para que pase con nosotros dos semanas de las vacaciones porque no tienen nada.
––Odihambo. 1º de ESO. Va mal en estudios. Pasará vacaciones con una tía. Tiene 4 hermanos. La madre es trabajadora casual en el slum de Korogocho. Viven todos en casa de la tía, de una habitación: 7 personas. La comida es un reto, y temen que Odihambo vuelva a la calle.
––Dickens. 1º de la ESO. Mal en estudios. La situación en casa ha mejorado y la madre puede cuidar de él durante las vacaciones. Ella también ha prometido encargarse de algunos de los gastos de escolarización.
––Brevine. 13 años. Bien en el colegio.En el slum de Korogocho, con madre y tres hermanos. El ambiente en casa ha mejorado mucho aunque la madre solo tenga trabajos casuales. Ambiente peligroso en Korogocho, que podría empujarle a volver a la calle durante las vacaciones.
––Christopher. 10 años, 4º de primaria y va bien en el colegio. En una sola habitación con su madre, hermana y dos sobrinas. La madre es alcohólica y no se preocupa nada de los niños, de modo que dependen de la hermana que trae algo de dinero trabajando en un bar de camarera o alquilando la habitación donde ejerce de prostituta. Christopher necesita consejo para aguantar este ambiente. No podrá volver con la familia si la madre no cambia y el ambiente en el que se mueve la hermana no es nada sano pues es un burdel.
––John. 5º de primaria. Va muy bien en clase. Está con ambos padres y con otros 8 hermanos en una casa de una sola habitación en un slum. La madre es la que trae el dinero a casa, pero tiene retraso mental y constantemente se ve superada por sus hijos. El padre es anciano y de mal carácter. Se necesita mucha supervisión para ayudar a John a mantenerse centrado pues necesita volver a la calle para cubrir sus necesidades básicas. Buscamos un pariente que pueda encargarse de él durante estas vacaciones.
––Samuel. Con su madre y 6 hermanos. Viven con una amiga de la madre pues a esta la echaron de la casa por falta de pago (la renta es de 35€ al mes). Es una trabajadora casual dentro del slum. Aconsejamos ayudarla para que no dirija su desesperación hacia sus hijos.
––Victor. 5º de primaria. Muy bien en el colegio. Está con su abuela porque su madre ejerce la prostitución y es alcohólica. La abuela es anciana y no sabe cuidar del niño.
––Samuel. 5º de primaria y primero de su clase. Está con los abuelos que dependen totalmente de la ayuda de los vecinos. La madre también depende de ellos. Le acogeremos en Kwetu hasta que vuelva al colegio.
––Teddy. 6º de primaria. Está con su madre en un slum de Thika con otros 10 hermanos. La hermana mayor es alcohólica y está en la casa con sus propios hijos, aumentando la carga familiar. Afrontan falta de comida, y la juventud de esa ciudad es mayormente drogadicta. Kwetu se encargará de él hasta que empiece el colegio.
Y la lista sigue, como un rosario de pobreza y sufrimiento, hasta 20 niños, todos en situaciones similares. En el tiempo desde que les conozco (3 años) han pasado por Kwetu unos 300, que aumentarían el peso tremendo de esta narracción.
Vocabulario:
1) slum, barrio de chabolas sin ningún tipo de servicio de basura, alcantarillado, policía ni trabajo.
2) chabola: habitación de unos 10 metros cuadrados, con paredes de barro y madera y techo de hojalata, sin agua ni baño ni cocina ni, muchas veces, muebles.
3) alcohólico: consumidor de alcohol ilegal (changa’a), por el que con frecuencia enloquecen (literalmente) y se hacen muy violentos.