Tras muchos meses de trabajo entre laFundación Promoción Social y la Fundación Adey, acabamos de poner en marcha un acuerdo. Por él la Fundación Adey donará en 2025 un total de 60.000€ para uno de nuestros proyectos.
Iván Aznar, que ha preparado magníficamente la propuesta desde Fundación Promoción Social
El propósito es fortalecer a Dorothea Rescue Centre, centro de acogida para niñas de entre 5 y 12 años que han vivido en las calles, expuestas a violencia, explotación y pobreza extrema. Karibu Sana busca proporcionar acceso a educación primaria y secundaria, y también fortalecer la rehabilitación emocional y física de las niñas para garantizar su bienestar integral.
En el diseño del proyecto ha trabajado Iván Aznar, de Fundación Promoción Social, junto a los expertos de Fundación Adey. El pasado mes de junio visitaron Dorothea Rescue Centre y Strathmore University, que tiene un papel central como socio local que seguirá de cerca el proyecto.
A estas niñas les encanta bailar
Objetivos
Hemos atendido a varios factores:
Rescate y Rehabilitación:
Atención en el Dorothea Rescue Centre, que alberga a 40 niñas y cuenta con recursos para su bienestar físico y emocional.
Capacitaciones al personal del DRC en técnicas de rescate, atención psicológica y rehabilitación integral.
Protocolos personalizados para cada niña, asegurando su recuperación y reintegración social.
Acceso a la Educación:
Matrícula de las niñas en escuelas primarias y secundarias locales, con un 90% de tasa de permanencia esperada.
Programa de tutorías y apoyo académico para garantizar su rendimiento escolar.
Fortalecimiento Comunitario:
Sensibilización de las familias para promover la igualdad de género y el valor de la educación.
Construcción de una granja-huerto en el DRC, promoviendo la sostenibilidad alimentaria del centro
La generosidad, y la profesionalidad, de Fundación Adey permitirá atender de la educación de más de 30 niñas, fortalecer las capacidades de los profesionales que trabajan en Dorothea y apoyar al sostenimiento propio de Dorothea por medio de la creación de la granja–huerto.
Sister Carol, que empezó y dirige Dorothea Rescue Centre
Estamos realmente contentos e ilusionados por esta nueva oportunidad de servir a los (en este caso ‘las’) más necesitados.
En 2025 el Proyecto Karibu Sana cumplirá 9 años de edad. En breve os aportaré datos del año pasado, pero puedo compartir sin género de dudas que seguimos marcando una diferencia en la vida de un montón de personas (niños y niñas, sus familias, los que ya son universitarios o se tratan de incorporar al trabajo). Hasta entonces, dejad que os comparta algunas noticias.
Visita de la UFV
En la foto que encabeza el texto aparecen un grupo de directivos y profesores de la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid, en la que yo trabajaba hasta mi baja laboral definitiva, que han ido a primeros de enero a Nairobi a colaborar con las Hermanas de la Caridad y que no quisieron dejar pasar la oportunidad de conocer algunas de las iniciativas de Karibu Sana de las que tanto les he hablado. En la foto están en Kwetu Home of Peace y les acompañan Luis Borrallo y Michael Babu –nuestros representantes en Nairobi– además de las monjas que se encargan de los niños de la calle.
Mensaje de Judy: dos de sus alumnos han conseguido pase a la universidad
La ‘selectividad’
Los alumnos de bachillerato hicieron a final de noviembre el equivalente a nuestra EBAU o Selectividad. Para poder ir a la universidad necesitas terminar al menos con una media de C+, algo así como un 7 en nuestro sistema de medida. Tenemos un buen número de alumnos en nuestro programa que han llegado a esta meta, lo que no deja de ser tremendamente meritorio dadas las difíciles condiciones de sus vidas. Entre este examen y la incorporación a la siguiente etapa suelen pasar unos meses. Estos chicos y chicas se pensarán qué quieren hacer, buscarán becas estatales o de las universidades, y si fuera necesario trataremos de asistirles en lo que les falte.
Sister LucyHaciendo el pozoCurioseando a la espera de agua¡Por fin brotó!El futuro campo de cultivo: de árido a útil.
El pozo de Eldoret
Sister Lucy me mandó un largo vídeo relatándome la construcción de un pozo. Se la hemos financiado. Está en Éldoret, una ciudad a trescientos kilómetros de Nairobi. Sister Lucy atiende a niños necesitados, a migrantes de la República Democrática del Congo (que, entre otras cosas, no hablan ni swahili ni inglés, y se encuentran muy aislados), y cuida de un modo especial de un gran grupo de personas ancianas. Su labor es increíble.
Han encontrado el agua a más de 300 metros de profundidad. Esa excavación ha costado 20.000€ que le hemos adelantado y que financia un donante de Karibu Sana como una donación especial. Sólo falta una última ayuda de 6.000€ para construir la parte superior del pozo y que ese agua se pueda distribuir. Con ella cultivará el campo del que me manda foto además de facilitar la vida de toda una comunidad de niños y refugiados que tenían el acceso al agua a varios kilómetros de este pozo.
El texto de Moses y el horario de Navidad en su parroquia (que era la mía).
Un estudiante ejemplar
Y os pongo un mensaje de Moses Wafula. Comenzó derecho hace un año. Teniendo en cuenta que le rescatamos de la calle y que es un huérfano total, lo suyo es tremendamente meritorio. Me cuenta su plan de Navidad: se quedó solo y se ha dedicado a estudiar con firmeza la Constitución de su país para las asignaturas de su carrera, y a rezar como sólo sabe hacerlo la gente de fe. Moses es una persona increíble.
Mensaje de Priscillar y Michael: está dirigido a mí, está dirigido a todos
Cartas desde Kwetu
Por último, me mandó Michael Babu cartas de un buen grupo de alumnos de Kwetu que terminaron su EBAU o selectividad. Os recuerdo que estos son los chicos que han vivido en la calle, que fueron rescatados por las monjas de María Inmaculada de Eldoret en Nairobi, que varios tenían un retraso académico de años y las heridas propias de un niño que vive en la calle, usa drogas, pasa miedo, etc. tras su estancia en Kwetu les financiamos su educación en internados desde Karibu Sana. Me siento infinitamente oruglloso de todas estas cartas. Los resultados son algo limitados, pero la esperanza de ellos es gigantesca: varios proponen hacer una diplomatura, o una formación profesional, y todos quieren tener una vida mucho mejor de la que tuvieron antes de conocernos.
Os comparto varias fotos de ellas, omitiendo sus datos personales. Detrás de cada una hay una historia muy dura en cuya redención hemos colaborado de manera principal. Esto es lo que hace tan increíbles los 9 años que, como os decía, llevamos con este proyecto.
Y una sorpresa…
Estuve de noviembre en el Colegio Legamar, en Leganés (Madrid), dando una sesión sobre Karibu Sana a 180 alumnos –chicos y chicas– de bachillerato. Algunos de ellos tomaron la iniciativa de echarnos una mano. En el cross de Navidad vendieron chocolate caliente para donar los beneficios a nuestros niños de Kenia. ¡Van a aportar 400 euros!
Recuerda: necesitamos donantes, y gastamos el dinero con un cuidado exquisito y con unos frutos maravillosos.
Las Navidades van avanzando. Creo que es una ocasión excelente para compartir contigo la felicitación de Sister Lucy, una de esas mujeres valientes que la ‘historia oficial’ no conoce pero que sostienen el mundo.
Sister Lucy es religiosa, de las Hermanas de María Inmaculada de Eldoret, las mismas que dirigen Kwetu Home of Peace y Dorothea Rescue Centre. Ella vive en Eldoret, una ciudad importante de Kenia, donde se dedica a los más desfavorecidos que puedas imaginarte: kenianos muy pobres por un lado, desplazados de una de las guerras olvidadas del mundo –en República Democrática del Congo, por las minas de colarán– por otro. Estos migrantes cuentan con una desventaja adicional: su lengua común, aparte de la tribal, es el francés, no el inglés. Eso les aisla todavía más. Llevamos al colegio a 20 de sus niños, uno de ellos comienza 3º de carrera en Strathmore University y les hemos ayudado con un pozo de agua para los migrantes.
Nos escribe a todos:
Saludos en el Señor.
Es mi esperanza y oración que te encuentres bien. Y envío con gratitud de corazón este mensaje por todo el apoyo que nos has ofrecido en el pasado, especialmente en 2024. Gracias por permitir que Dios se sirviera de ti como instrumento para llegar a mucha gente vulnerable. Estamos muy agradecidos y te tenemos en nuestras oraciones.
Todos nuestros niños y la gente pobre a la que servimos se encuentran muy bien gracias a vuestro apoyo. Te queremos mucho a ti y a todos aquellos que apoyan Karibu Sana. ¡Que Dios os bendiga con abundancia!
Te adjunto una felicitación de Navidad para desearte una feliz y santa Navidad.
Saludos,
Sr. Lucy.
En esta felicitación me pide:
«Por favor, lleva nuestro agradecimiento y mejores deseos de Navidad a todos los colaboradores de Karibu Sana, ojalá vuestras vidas se vean llenas de amor y felicidad».
Y como ella lo pide, yo lo hago: ¡gracias por todo! Cuentas con oraciones desde Eldoret: ¡no me digas que no es exótico y maravilloso!
Es muy fácil felicitar la Navidad a todas las personas que apoyáis el Proyecto Karibu Sana.
Y es que sois como esos pastores, lecheras, lavanderas, niños o Reyes Magos que se acercaron al Portal de Belén para cubrir la necesidad del Niño con un cordero, algo de queso, pañales límpios, vuestros juguetes o el oro, el incienso y la mirra.
Algo análogo es lo que hacéis con estos niños de Kenia a los que podemos ayudar desde Karibu Sana gracias a vuestra generosidad. Sus chabolas o la calle son el Portal. Les visitáis con vuestras donaciones, con vuestro apoyo. Y descubrís asombrados –como hicieron también los pastores en la primera Navidad– que en esos niños desconocidos hay algo sagrado que les hace merecedores de todo vuestro cariño.
¿Qué regalos les llevais? Educación, comida diaria, seguridad, horas de juego, infancias mejores, apoyo a las madres, proyectos de vida, crecimiento.
Eso son cosas que llenarán de contento también al Niño Jesús, que querrá agradecerlo –como dirá más tarde en su vida pública– con «el ciento por uno y la vida eterna» (cf. Mt 19, 29).
Por cierto, nos trae el Niño algún regalo bonito. Acabamos de firmar un convenio muy generoso para ayudar en Dorothea Rescue Centre, la casa para niñas rescatadas de la calle. Con él aseguraremos la educación de más de 40 pequeñas y el desarrollo formativo de los profesionales de ese centro.
Y otro gran regalo son los más de 15 universitarios que llegaron a la universidad tras beneficiarse del proyecto. A muchos de ellos les seguimos apoyando en sus estudios. Me decía uno de ellos: «Doy gracias a Dios todos los días por habernos encontrado. Sin vosotros, estaría en la calle, o muerto. Gracias a vosotros, y a Dios, estoy terminando 1º de derecho».
Que sea una Navidad llena de bendiciones y un muy feliz 2025. Y que sigamos entre todos cambiando vidas y haciendo un mundo más justo y mejor para la infancia.
Javier Aranguren
PD: ¡Qué bonito regalo de Navidad sería que consiguieras algún subscriptor más para Karibu Sana!
Hace dos días me invitaron a la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid para hablarles de Kenia. Resulta que un grupo de profesores de esa universidad irá a Nairobi en enero de 2025 para colaborar durante unos días en las casas de las Hermanas de la Caridad de esa ciudad. De paso conocerán algunas de las acciones que promovemos desde Karibu Sana.
La charla fue una oportunidad de repasar algunos datos que siempre es importante tener en cuenta para entender la dimensión de la pobreza y de lo que hacemos.
El tamaño de Kenia y de España es similar: 550.000 vs. 503.ooo km cuadrados.
La población también, aunque ya nos ganan: 55 millones vs. 48.
Renta per capita
La cosa cambia con la renta per capita. En España es de 34.000€ anuales. Para Kenia, en cambio, no llega a dos mil euros: 1.955€ al año por persona. Es decir, 163€ mensuales contra los 2.830 de nuestro país (no sé si antes o después de impuestos).
Claro que estas cifras son engañosas, pues son una media y la realidad es siempre concreta. En Kenia hay gente que ha hecho dinero. De hecho, los diputados de este país, proporcionalmente, son los que más cobran del mundo: unos 80.000€ al año, siendo la situación del país la que es. Y hay hombres de negocios, abogados bien situados, gente con muchas tierras, etc. Con una clase media reducida (que, gracias a Dios, poco a poco aumenta), eso significa que el número de gente que vive en pobreza es muy elevado.
En concreto, se calcula que casi un 50% de la población (unos 26 millones de personas) viven en situación de pobreza, a menudo pobreza extrema.
El compromiso de Karibu Sana consiste en lograr medios para financiar la educación de niños sin recursos. Así aseguramos que se alimenten todos los días, que estén atendidos, que se formen para tener alguna oportunidad de superar ese umbral de pobreza radical, que sus madres puedan bajar el nivel de estrés en que se encuentran tantas veces por vivir en una desasosegante situación de supervivencia.
Me escribe desde Nairobi una amiga. Es profesora y mentora en Strathmore University. Dice:
«Te he empezado a escribir hoy con una petición. Tengo una alumna, una mentee, que está en una situación bastante horrorosa y he pensado en Karibu Sana.
Se llama Lousie [nombre distinto al real], tiene 19 años. Estudia segundo de comunicación y era del programa Macheo [un proyecto de Strathmore University dirigido a alumnos de bachillerato sin recursos, para prepararles a la ‘selectividad’ de ese país: les dan clases con voluntarios, les invitan a comer cada sábado, y a algunos les ayudan a estudiar después en la universidad].
Consiguió una beca que le cubre el 70% y su colegio anterior le paga el otro 30% y el alquiler de un cuartito que comparte con otra estudiante. Comparten cama y manta. No tienen nada más. No tiene nada de dinero y no consigue trabajo los fines de semana. Pasa días sin comer y se ve en lo delgadita que está.
Su situación familiar es muy complicada. Su madre la tuvo con 13 años. Louise no está segura pero piensa que su madre está en drogas y prostitución. La ve un par de veces al año. Tiene otros dos hermanos. Uno de 16, drogadicto y en la calle desde los 9, y otro de 1 añito que está con la madre.
A ella la ha criado su abuela en un cuchitril en Kibera [el barrio de chabolas más grande de Nairobi y quizá de África]. La abuela no tiene un trabajo fijo, de vez en cuando gana 300 shillings al día [tres euros] por lavar platos.
El pobre hermano adolescente de vez en cuando duerme en su casa, roba y se marcha. Tras un episodio así este agosto la abuela explotó y más o menos echó de casa también a Louise «porque ya no quería cuidarles más». También le dijo a Louise que ella estaba en contra de que fuera estudiante en Strathmore porque debería haberse casado al terminar el cole y haberla dejado de incordiar a ella. Que seguro que en la universidad se iba a quedar embarazada e iba destrozar su vida… Así se cortó por ahora la relación con el único familiar que de vez en cuando le pasaba algo de dinero.
¿Crees que Karibu podría hacer algo por ella? Era la mejor de su clase en el cole, aunque no es que sus notas fueran increíbles…. Ha pasado limpia el primer año y lo está intentando».
2. Nuestra respuesta
Le he respondido que lo estudiaremos: Louise irá a ver a Michael Babu, la mano de Karibu Sana en Nairobi, para ver con tranquilidad su caso y estudiar cómo ayudarle. Nuestra propuesta será atender a sus necesidades materiales más inmediatas: ropa, alimentación, libros, de modo que pueda estudiar con tranquilidad.
Después se nos ha ocurrido que podíamos ir un poco más allá: empezar a llevar a su hermano de 1 año al colegio, para asegurar así que esté bien cuidado durante el día y que recibe una alimentación adecuada. Y le he pedido a mi amiga que le diga a Louise que hable con su hermano de 16 años para que visite a Michael Babu y hacerle una propuesta mejor de vida: si el chico está dispuesto a estudiar y a cambiar de vida, le ayudaremos a intentarlo.
Y creo que deberíamos hacer algo también por su compañera de habitación, ¿no?
De eso trata Karibu Sana, y para cosas como esta necesitamos vuestra ayuda y la de la gente buena que puedas conocer.
Llevaba un tiempo sin escribir. Son cosas del verano: se te mete en el cuerpo y te domina, y cuando te acuerdas estás sin ordenador, en la montaña o en la playa. Pero el Proyecto Karibu Sana no se ha detenido en este tiempo.
Agitación social en Kenia
Kenia ha pasado por momentos delicados, con protestas serias en la calle por las subidas de impuestos que trataban de imponer políticos desaprensivos. Eso ha provocado manifestaciones, violencia y víctimas. Como siempre, las situaciones delicadas afectan más a los más débiles: un disturbio entre manifestantes y policías en un ‘slum’ como Kibera es especialmente peligroso porque nada te separa de la agitación. Esto ha afectado a los colegios, que en alguna ocasión han tenido que suspender las clases por razones de seguridad.
Ian, cada vez más cerca de terminar el bachillerato.
Un viaje al proyecto
Como quizá sepas, desde Karibu Sana no organizamos voluntariados. Nuestro objetivo es incidir en la educación de niños sin recursos, bien vivan en chabolas bien hayan sido rescatados de la calle. Les acompañamos en toda su etapa educativa y les animamos para que sigan formándose al llegar a los 18 años. En España y otros países buscamos medios para facilitar estas becas, en Kenia apoyamos la educación financiándola y realizando proyectos por los que mejore la gestión de los centros educativos y la formación y salarios de los profesores o trabajadores sociales que realizan su labor en ellos.
Claudia visitó a los niños de Desert Streams
Para seguir de cerca el proyecto, y para presentárselo a alguna institución que quería conocerlo y quizá apoyarlo, viajó a Kenia en julio Iván Aznar, que trabaja en Fundación Promoción Social (donde está radicada Karibu Sana), y que es un experto en proyectos de cooperación. Le he pedido que escriba unas líneas contando su experiencia. Son las que transcribo a continuación:
El testimonio de Iván
Mi experiencia en Kenia:
Este año tuve la oportunidad de realizar mi primer viaje a Kenia como parte de mi trabajo en Fundación Promoción Social como responsable de gestión de proyectos de cooperación internacional para el desarrollo. Aunque llevo tiempo dedicándome a este sector, este viaje ha sido particularmente revelador, ya que me permitió conocer de cerca una iniciativa como Karibu Sana, seguramente una de las más exitosas de la cooperación española en el mundo y que ha conseguido durante los últimos años que cientos de niños y niñas tengan garantizado su acceso a la educación.
Iván cuando visitó KwetuIván, más tranquilo, en la oficina
Al llegar a Kenia, lo primero que me impactó fue la vitalidad y amabilidad de su gente, siempre dispuestos a hacerse tus amigos aunque lleves apenas un rato con ellos. A pesar de las dificultades económicas y sociales que enfrenta el país, es revelador el espíritu de superación y la importancia que le dan a la educación de las personas en el país. Acostumbrado a que aquí ya damos todo por hecho, es motivador ver cómo hay tanta gente organizada y comprometida por ayudar a sus semejantes. A pesar de todas las veces que he viajado a otros países en desarrollo, me sigue impactando cómo la pobreza y la falta de oportunidades afectan de manera desproporcionada a los más pequeños, dejándolos expuestos a riesgos como el trabajo infantil, el abuso y la explotación.
Dos de nuestros beneficiarios ya en la universidad, Brian (Empresariales) y Eric (Odontología).
El proyecto Karibu Sana se enfoca en la educación de niños y niñas en situación de vulnerabilidad extrema, muchos de los cuales viven en las calles, y pasan por un proceso de rescate y rehabilitación en centros gestionados por las Sisters de María Inmaculada de Eldoret. Es una iniciativa integral que no solo se limita a proporcionar acceso a la educación, sino que aborda también las necesidades básicas de estos menores, como la alimentación, la atención médica y el apoyo psicológico. Uno de los aspectos que más me conmovió fue la dedicación de las Sisters y de los profesionales de la Universidad Strathmore (nuestro socio local), quienes, con recursos limitados, trabajan incansablemente para ofrecer una segunda oportunidad a estos niños.
La rehabilitación es un proceso largo y complejo, que implica no solo asegurar la asistencia a la escuela, sino también generar un entorno protector para que estos menores puedan prosperar. Muchos de los niños y niñas que conocí tienen historias de vida desgarradoras, pero también un enorme potencial. El acceso a la educación representa para ellos una vía para romper el ciclo de pobreza y exclusión. Precisamente es muy importante la labor que se hace con niñas rescatadas en la calle en Dorothea Rescue Center, gestionado por la hermana Carol. Las niñas que viven en las calles sufren discriminación y están más expuestas a la violencia y abusos, además de contar con mayores dificultades para ir al colegio. Es increíble lo que han logrado en tan solo tres años en este centro para garantizar que niñas rescatadas y con problemas graves de todo tipo puedan tener oportunidades para salir adelante.
Preparando estrategias en Fundación Promoción Social. Lucía (izquierda) pasó cuatro meses en Dorothea Rescue Centre
Ver de cerca cómo este proyecto está transformando vidas fue una experiencia profundamente inspiradora. Los desafíos son inmensos, pero los resultados que ya se están logrando son igualmente importantes. Uno de los momentos más significativos para mí fue conversar con algunos de los jóvenes que hacía solo tres semanas se encontraban viviendo en las calles y ahora se encontraban en un proceso de rehabilitación. Me parece increíble que conservaran sus sueños y aspiraciones.
Los niños de Kwetu, rescatados de la calle. Tratamos de llevarles a todos a colegios internos, y lo que quieren es educarse
Este viaje a Kenia me ha recordado la importancia del trabajo que hacemos en el ámbito de la cooperación internacional. A través de este tipo de proyectos, no solo ayudamos a mejorar las condiciones de vida de los niños y niñas, sino que contribuimos a construir una sociedad más equitativa y justa. La educación es un derecho fundamental y una herramienta poderosa para la transformación social. Poder ser parte de un esfuerzo que garantiza este derecho a los más vulnerables ha sido, sin duda, una experiencia que ha marcado un antes y un después en mi carrera.
Abrazos!
Iván Aznar
Departamento de Proyectos
Fundación Promoción Social
C/ Huertas, 71, 5ºDcha. | 28014 Madrid
Lucía Buxens vuelve de Kenia. Ha estado desde marzo en Dorothea Rescue Centre, la casa para niñas rescatadas de la calle a la que ayudamos desde Karibu Sana. En concreto, cuando Dorothea RC abrió sus puertas, nos encargamos de amueblar los dormitorios, comprar colchones y sábanas y ropa para las niñas. Además, desde el comienzo nos ocupamos de la escolaridad de todas las que han terminado su programa de rehabilitación, rescate y reinserción allí. Ahora mismo tenemos yendo al colegio a más de 60, de las que pagamos la totalidad de su educación.
Universitarios de Strathmore llegan para ayudar en Dorothea
Lucía me ha mandado el siguiente texto:
«Karibu sana!
Soy Lucía Buxens. El pasado marzo me vine a Kenia y he tenido la suerte de pasar estos últimos meses como voluntaria en Dorothea Rescue Centre. Dorothea es un centro que rescata a niñas de entre 6 y 12 años de las calles de Nairobi, las rehabilita y las reintegra en la sociedad a través de la educación y la incorporación al colegio. El centro lo llevan las Assumption Sisters de Eldoret. Aquí, las Sisters crean un hogar y un entorno seguro para las niñas, transformando sus vidas.
Tres artistas…
La vida de las niñas en la calle es una vida rodeada de violencia, abandono, rechazo, abuso, falta de educación y protección, hambre, suciedad, droga, tristeza… Pero una vez las niñas son rescatadas, todo cambia. Aquí, las niñas reciben formación católica. Aprenden valores, educación, modales, aprenden a ser independientes, cocinar, limpiar… ¡Se cuidan y se ayudan unas a otras como si fueran hermanas! Después de unos meses de rehabilitación, las niñas empiezan el colegio para empezar o continuar con su educación, que es lo más importante de esta misión. Las sisters empezaron el proyecto en 2021 y ya han rescatado 116 niñas de la calle. 43 han sido reintegradas en su familia con éxito, y 73 siguen aquí, y su reintegración está en proceso.
Después de mis tres meses aquí, he podido ver una necesidad muy clara, y por eso quiero empezar esta campaña. Solo hay una habitación con 12 literas, 24 camas. Muchas niñas duermen con colchones en el suelo y otras tienen que compartir lecho. Me encantaría cambiar esto. Cada una de ellas se merece un espacio digno.
Desde que llegué, muchos me habéis preguntado cómo podéis ayudar. Si queremos seguir rescatando a más niñas y transformar sus vidas a través del amor y la educación, lo primero que necesitamos es construir otra habitación. Nada me haría más feliz que hacerlo con vuestra ayuda.
¿Me ayudas a ayudar? Juntos podemos darles un hogar. Necesitamos 30.000€. ¡Cada euro cuenta!
¡A por ello!
¡Por nuestras niñas! ¡Se merecen todo y más!
Muchas gracias de corazón,
Lucía».
Rezando en la capilla de Dorothea RC
Lucía Buxens vuelve de Kenia. Le he ofrecido la estructura de Karibu Sana para que pueda llevar a cabo este proyecto especial.
Para ayudarle basta con que sigas los pasos que te irá indicando nuestra web. Cuando aprietes el botón de DONAR o COLABORA te llevará a otra ventana. Allí verás dos opciones: DONACIÓN MENSUAL o DONACIÓN PUNTUAL. Destacamos más la primera porque educar niños (que es lo que hacemos en Karibu Sana) es una tarea a muy largo plazo y no querríamos dejar a ninguno en el camino.
Algunas de las que ya van al colegio gracias a Karibu Sana
Pero la opción puntual es ideal para la habitación que quiere ayudar a construir Lucía. Se te pedirán los datos para que podamos elaborar el documento con el que desgravar en Hacienda (lo enviamos en enero del año siguiente). Recuerda que son muy interesantes: hasta el 80% de los primeros 250 euros donados. Es decir, si donas 200, desde Hacienda te deducirán 160 en tu declaración. A partir de los 251 se desgrava el 35% de cada euro.
Para este proyecto lo mejor es que hagas una TRASFERENCIA, pues en ella podrás señalar el ‘concepto’ e indicar allí que es para ‘Habitación Dorothea’, ‘Proyecto Lucía’ o lo que quieras, de modo que lo podamos distinguir de otras donaciones y que ella pueda seguir con facilidad cómo crece su objetivo. Si lo haces con tarjeta de crédito, puedes escribir ‘para Lucía’ junto a tu nombre.
Desde hace unas semanas Kenia anda anegada en lluvias. Entre el fenómeno El Niño y unas corrientes cercanas a la India, el país ha pasado de la sequía al exceso de agua. Llevan casi 200 fallecidos, decenas de presas en peligro de rotura y fuertes inundaciones especialmente para la gente más necesitadas: los barrios de chabolas carecen de desagües y con frecuencia se construyen en torrenteras. Total, que el Gobierno ha decidido que los colegios abran dos semanas después de lo previsto. Esta semana es cuando los alumnos han vuelto a clase.
La casa de Blessings en Kibera
Proyectos
Las cosas (¡las personas!) van muy bien. Nuestro socio local, Strathmore University, sigue cubriendo el pago de las matrículas escolares (¡451!). Tanto ellos (Luis Borrallo y Michael Babu) como la Fundación Promoción Social (María Beamonte, Macarena Cotelo e Iván Aznar, además de todas las personas que trabajan allí) están trabajando duro para el gran proyecto que tenemos entre manos y que hará crecer Karibu Sana. Va a ir dirigido a fortalecer a los agentes de cambio con los que trabajamos: las Sisters de Kwetu y Dorothea, los profesores y administradores de varios colegios, los trabajadores sociales y psicólogos que se dedican a los niños de la calle, etc. Nuestra ilusión es invertir en formación y en salarios para que los mejores hagan el mejor trabajo posible con los niños.
Os conté de un pozo que vamos a hacer con Sister Lucy en Eldoret. Ya les hemos dado el dinero de nuestra participación. Hace unos días nos llegó la propuesta de otro, para Kwetu, que dará agua a los niños y a la granja que tienen allí, además de a la gente de la zona.
Alumnos
Samuel desde Kisumu, en el Lago Victoria
He tenido varias conversaciones con Samuel. Tras más de cuatro años en la calle y una infancia dura en la ciudad de Kisumu, está a por todas en su penúltimo año de colegio y con ganas de universidad.
Joan con Judy, su madre
De la universidad también he hablado con Joan. Empezó el curso esta semana. Quiere ser psicóloga.
Donantes
Sobre donantes os cuento una muy bonita. Se puso en contacto conmigo alguien. Acababa de vender un piso. El negocio había salido bien. Me dijo que le buscara algo concreto para poder hacer una aportación extraordinaria. Y otra. Me dice una persona, María, que ahora que van a celebrar el XXV aniversario de boda pedirán que los regalos sean para Karibu Sana. Y lo más importante: las donaciones recurrentes que hacéis sostienen lo ordinario de este proyecto, a saber, el gasto en matrículas.
En realidad, os envío la misma información que en la última entrada de este DIARIO, pero ahora maquetada por Luk Comunicación, de Manuel Domínguez Churruca, que nos regala ‘pro bono’ esa inmensa capacidad de diseño que tienen.
Verás que los datos son muy alentadores, y que detrás de cada euro donado está la mejora de las condiciones de vida de algún niño profundamente necesitado.
Te animo a difundir el PDF para que llegue a mucha gente que pueda apoyar Karibu Sana.
Un pozo en Eldoret
Hoy mismo Sister Lucy, desde la ciudad de Eldoret, al noroeste de Nairobi, me ha pedido ayuda para construir un pozo. Llevamos colaborando con la educación de los niños que cuida desde hace cinco años. Uno de ellos es alumno universitario en Strathmore University, lo que es una auténtica hazaña. En su centro de acogida atiende a
niños de la calle y niños sin recursos para ir al colegio;
madres adolescentes para asegurar la nutrición y los pañales de sus bebés de 0 a 3 años y para darles formación;
refugiados de la República Democrática del Congo, huidos por la guerra por los minerales de nuestros móviles y coches eléctricos, y que son despreciados hasta por los más pobres de Kenia;
ancianos que ya no pueden trabajar para vivir en un país donde no hay atención estatal a la tercera edad.
Sister Lucy me cuenta que necesita 6.500 €, ya ha conseguido otro tanto, para que le hagan el pozo y poder suministrar gratuitamente agua a todas esas personas.
¡Esto es un no-parar!
Magdalene, de 16 años, lleva desde los 10 con nosotros