Semana de gestiones internacionales. Hemos recibido el primer donativo ¡desde Chile! Un grupo de señoras, según mi contacto ‘mayores’, nos ha enviado 20€, y quieren seguir haciéndolo cada mes. Es complicado (lo mandan a una de estas empresas de envío de dinero, la primera vez que fui no funcionaba el programa informático porque había un error en el envío, a la segunda ya era amigo de la dependienta…) y muy ilusionante.
También he tenido conversaciones con un abogado, un arquitecto, el director de una fundación para familias, el socio de una empresa de aislamientos en edificios y uno de los padres empeñados por sacar adelante un proyecto educativo…, y todos han decidido aportar su grano de arena, que yo siempre leo como niños que se escolarizan y a los que protejemos.
Ayer me llamó un amigo de los tiempos del colegio, que nos hemos visto dos veces en treinta años, ofreciéndome material de su empresa para donar en especie. Le tomé la palabra y me hizo feliz.
Y le he dado, en la medida de mis posibilidades, un empujón a la habitación para niños en exclusión en el colegio Desert Streams. Son cinco chicos, todos de 14, que están en una situación muy complicada. A uno tenemos que recuperarlo de la calle, otro vive con su hermana prostituta, otro tiene SIDA y le hacen el vacío en su familia, otro entra y sale de la casa de su madre según a ella le cierran la casa por falta de pago de alquiler y el último lleva tiempo pasando hambre porque su madre no ingresa nada. Como esto se sale de nuestro presupuesto ordinario, toda idea es bienvenida. Montar la habitación para los 5 y para el profesor que les atenderá nos va a costar unos 900 euros. La alimentación, material escolar y ropa será unos 20€ por niño al mes, 100€ en total cada mes. Un pequeño reto que para estos 5 es la diferencia entre la supervivencia y la calle. En unos meses tenemos que empezar algo similar para niñas, en este caso huérfanas totales.
¡Seguimos!