¡Se acabó el verano!, pero la aventura continúa. Yo mismo he pasado unos días de desconecte en Galicia que no me aislaban de ningún modo de nuestra tarea común en Kenia: las llamadas por medio del Whatsapp me han acompañado casi cada día.
En este tiempo le he pedido a dos personas de Nairobi que nos echen una mano: el trabajo diario (pago de colegios, seguimiento de niños y familias, necesidades concretas, etc.) es bastante y pensaba yo que Michael Babu agradecería mayor respaldo.
La primera ayudanta se llama Purity Kerubo. Fue alumna mía y creo que no conoce notas por debajo del 10. Ahora, a punto de terminar su carrera tras unos meses de prácticas, quería colaborar con nosotros. Ella viene de un entorno complicado, pues nació cuando su madre era una chica de 16 años y se crió con unas monjas católicas en la ciudad de Kisii. Ayudamos a los estudios de su hermano de 16 años. Es tremendamente simpática, muy lista y capaz de ganarse a cualquiera.
La otra es Maimuna Jelle. También ha estudiado en Strathmore –en la School of Law– y desde hace tiempo hablamos de colaborar. La conocí porque era la representante de los alumnos de la universidad y porque probablemente era la alumna más elegante de todas.
Aparte está el matrimonio Oloo (Desert Streams), Sister Carol y Stephen (Kwetu Home of Peace), y tantos otros.
Así cumplo con uno de mis sueños al pensar en Karibu Sana: su carácter ecuménico e inter-religioso. Michael es protestante, Purity católica y Maimuna musulmana. Nunca preguntamos la religión de los niños o de las familias, si bien todos ellos son tremendamente piadosos. Karibu Sana se encuentra abierto a todo niño que quiera estudiar, y queremos siempre fomentar la libertad de los pequeños y la de sus familias (respetamos sus decisiones, aunque también les damos consejo si vemos que la escuela que eligen no es demasiado buena). A mí me mueven mis convicciones de católico, y esas incluyen saber que cualquier persona es hija (y predilecta) de Dios, junto a gran amor a la libertad y una gran confianza en la Providencia. A Michael, Purity y Maimuna les mueven las mismas convicciones, y un gran amor a su país y a sus conciudadanos.
Laura Venzal, recién terminada con honores su carrera de derecho y con un precioso proyecto relacionado con el arte en Tanzania, estuvo visitando Kwetu y Desert Streams este verano. Entre ella y sus amigos (gente joven de Mallorca y de Pamplona) se han comprometido a financiar los estudios universitarios de dos de los jóvenes profesores de Kwetu. Y es que es verdad: aquí caben todas las iniciativas. Ya han empezado a mandarnos dinero. Con poco se hace mucho, se hace la diferencia.
Por nuestra parte, en España, tenemos retos fundamentalmente económicos: me gustaría que pudiéramos ponernos a construir el colegio de Desert Streams en Noviembre y empezar cuanto antes la granja de Kwetu. Entre tanto, 105 van diariamente al colegio gracias a vosotros y otros 125 niños rescatados de la calle (los de Kwetu) confian en nuestra ayuda para nunca volver a vagar sin rumbo.
¡Bienvenidos al otoño!